Cualquiera que haya hecho barrenos comprende las dificultades que pueden surgir: vibraciones, desviaciones de la línea de centros e incluso roturas de insertos. Cuando se trata de producción en alto volumen, estos problemas se vuelven aún más limitantes.
Los ángulos de incidencia cercanos a los 90° ayudan a reducir con mayor eficacia la vibración potencialmente dañina, porque aplican una menor cantidad de presión radial contra la herramienta.