Este sencillo cambio facilita mucho las cosas, ya que introduce mayor estandarización en la planta de producción, reduce la carga de trabajo de los operarios, aumenta la velocidad de preparación y disminuye drásticamente las posibilidades de error humano. Todo ello ahorra tiempo y genera un retorno de la inversión; además, cada máquina adicional contribuye a incrementar la tasa de retorno.